Un día la vida te empuja y caes en un agujero del que no sabes cómo salir. Buscas, y no encuentras razones, ni ganas de hacerlo. Te ahogas. Necesitas aire… De repente, aparece alguien que te reta a subir de ese pozo. Sí puedes! Yo te ayudo. Es Eva. Ella me enseñó a RESPIRAR. Respirar vida, paz, alegría… Empezamos un trabajo duro y constante: el Rebirthing. En las primeras sesiones mi mirada empezó a cambiar, ya empezaba a sonreír! Trabajamos emociones y sensaciones, que yo ni sabía que existían en mi. Y lo conseguimos!! Hice las paces con mi pasado y acepté mi presente. Reviví sensaciones que jamás hubiera pensado. Y lo más importante: volví a aceptarme y a quererme, tal y como soy ahora, una mujer ni más ni menos feliz… simplemente aprovechando cada instante que me da la vida. Gracias Eva por guiarme. Siempre serás mi ángel.